TODOS DEBERÍAMOS SER FEMINISTAS

Quizás el feminismo no esté pasando por su momento más popular a nivel nacional ni mundial, pero precisamente en estos momentos de baja popularidad, donde muchos asocian un movimiento histórico de lucha de mujeres en búsqueda de la igualdad, con un sector político o una sola causa, es importante recordar por qué, como dice Chimamanda Ngozi Adichie, TODOS DEBEMOS SER FEMINISTAS.

Marzo es el mes donde se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Y como siempre me gusta abordar la moda con todo tipo de temáticas, esta entrega no va a ser menos. Analicemos a continuación el vínculo entre la moda y el feminismo.

Mujeres, feminidades, moda, vestimenta, estilo, indumentaria son conceptos completamente vinculados, a tal punto que es muy difícil hablar de uno sin el otro. Con esto no quiero reducir el rol de la mujer únicamente a la moda, pero sí aclarar que la moda, la vestimenta y la indumentaria son ámbitos donde se respira el perfume de mujer. 

Aunque a menudo la moda es objeto de críticas desde el feminismo, por su papel en la perpetuación de estereotipos de belleza, banalización y vaciamiento de movimientos y símbolos importantes, es crucial reconocer que la moda y su industria son, en gran medida, un ámbito forjado por y para mujeres.

ESTUDIAMOS LA MODA, GRACIAS AL FEMINISMO  

Además, si nos enfocamos en los estudios críticos de la moda, corriéndonos de considerarla una simple expresión estética y analizándola desde todos sus vértices, nos encontraremos que durante la historia académica mundial, se le ha dado muy poco lugar a estudiar su trasfondo, sus implicaciones sociológicas, psicológicas y culturales, justamente por considerarse algo sin importancia, ya que recibía los mismos tratos que en muchos casos recibían las mujeres.

No fue sino gracias al movimiento feminista, y a las diferentes olas del feminismo, pero sobre todo a la tercera y cuarta ola, que la moda comenzó a ser un objeto de estudio y se comenzó a estudiar su historia, sociología, psicología y muchos aspectos más a través de la indumentaria y la moda. Algo que en lo personal me apasiona, y que desde VIVA LA MODA intento abordar al máximo.

La moda y la vestimenta, no habían sido considerados objetos de estudio hasta que las mujeres no comenzaron a comprender que lo propio de lo femenino era tan importante como lo propio de lo masculino. Y no solo que era importante darle lugar desde lo academico y lo social, sino que debia ser bandera de lucha en vez de motivo de vergüenza y escondite, resignificandolo, dandole el lugar que le correspondia. 

Los estudios críticos de la moda, son en gran medida gracias a esos feminismo. 

UNA INDUSTRIA PARA MUJERES, DIRIGIDA POR HOMBRES

Comenzando por las modistas anónimas alrededor del mundo, pasando por las diferentes celebridades que han cautivado con sus indumentos, siguiendo por las millones de mujeres alrededor del mundo que disfrutan de la indumentaria como herramienta lúdica, hasta las diseñadoras más icónicas que han desafiado las reglas de cada época, las mujeres han sido la columna vertebral de la moda a lo largo de la historia.

Sin embargo, la paradoja se manifiesta hoy en día en la cima de los grandes conglomerados de la industria de la indumentaria. Donde la presencia de mujeres en roles ejecutivos es difícil de encontrar.

¿Es acaso la industria de la moda, una industria donde la mujer es mano de obra y clienta, pero conducida y pensada desde cabezas masculinas? 

Para las que vieron la película de Barbie, hay una gran escena, que ejemplifica un poco esto, y es la escena en la que Barbie llega a las oficinas de Mattel y para su sorpresa, se encuentra con un directorio plagado de hombres de traje que nada tenían que ver con las clientas a las que llegaban. 

¿Cómo una industria que es producida y vendida a mujeres, tiene muy pocos roles de liderazgo femeninos en sus cargos más importantes?  

¿Se imaginan la industria del entretenimiento deportivo, o del fútbol por ejemplo, dirigida en su amplia mayoría por mujeres? ¿Por qué eso no sucede en la industria del fútbol, pero sí en la de la moda, o la del maquillaje, o la de las fragancias?  

Las explicaciones seguramente son muchas y de lo más variadas, pero este es solo un simple indicio que en materia de igualdad de derechos y oportunidades entre hombre y mujeres, aún hay muchas batallas que quedan por dar. Ni hablar si pensamos en las batallas que el feminismo tiene que dar todavía en ámbitos como el hogar, la crianza, la educación, las tareas de cuidado, el mercado laboral, por solo decir algunos.

SER FEMINISTA­

• Ser feminista para mí implica luchar por un mundo más justo, para mí, para mi hija, para mi mamá, mi hermana, mi suegra, mis cuñadas, mis sobrinas, mis amigas y todas las mujeres que me rodean. Por un equilibrio de derechos y por una distribución igualitaria. 
• Ser feminista para mí, significa trabajar por este mundo más justo teniendo charlas incómodas pero productivas, calmas, y nutritivas que despierten nuevas formas de pensar con todas las personas que me lo permitan. 
• Ser feminista para mí, implica darle a la moda, el lugar que la moda se merece, sin considerarla algo menor, superficial o banal, solo por el hecho de ser propio de lo femenino. 
• Ser feminista para mí implica abrazar lo femenino y todo lo que eso acarrea, y ponerlo en el mismo lugar que lo masculino, sin prioridades, sin desprestigiar, sin pelearme con eso, pero reclamando su lugar.

Ahora, como siempre, me encantaría leerte y que me cuentes, quiero saber ¿Qué significa ser feminista para vos?

¡Nos vemos la próxima semana! 

Carmen 💕